top of page
Buscar
Foto del escritor Lenina Marsky

Mujeres en los ’70: perseguidas, censuradas y desaparecidas

Ayer se cumplieron 45 años de la última dictadura militar en Argentina donde miles de personas padecieron la privación ilegitima de su libertad, torturas y exilios forzados y aún, 30.000 de ellas siguen sin aparecer. A diferencia de dictaduras anteriores [nuestro país sufrió seis Golpes de Estado] entre 1976 y 1983 hubo una cantidad significativa de mujeres desaparecidas, censuradas, perseguidas, torturadas y asesinadas. No es casual: a nivel mundial el papel de la mujer dejaba de pertenecer al orden privado y, por ende, de tener como únicos objetivos casarse, tener hijos y asumir todas las tareas del hogar.

A fines de los ’60 y principios de los ’70 comenzaron a surgir ideas y pequeños grupos feministas [mal vistos para la época, claro] donde se promovía el progreso profesional para la mujer, estudiando carreras universitarias o artísticas, la posibilidad de trabajar en puestos que sólo podían ser aspirados por hombres, la idea de la maternidad elegida con la aparición y el uso de la pastilla anticonceptiva [la cual también permitía el goce sexual sin preocupación de embarazo y, por decantación, sin la obligatoriedad de llevarlo a cabo como solía suceder en esos años] y además la actividad y la militancia política que hasta ese momento sólo se había reflejado con el voto femenino promovido por Eva Duarte en 1947.

Es así como muchas mujeres, a mediados de la década del ’70 en Argentina, comenzaron a involucrarse en ideas y acciones políticas dentro de partidos democráticos, socialistas y/o de izquierda. Sin embargo, muchas de ellas decidieron militar y hacer política, no sólo afiliándose, sino desde la cultura y las artes.

La lista negra de personalidades de la música, el teatro, la televisión y el cine que circuló durante la última dictadura militar incluía mujeres como: Marilina Ross, Marta Bianchi, Cipe Lincovsky, Haydeé Padilla, Irma Roy, Bárbada Mujica, Virginia Lago, María Elena Walsh, Mercedes Sosa y Norma Aleandro, entre otras. Estas tres últimas artistas son ejemplos claros de lo que comenzaba a suceder con la figura de la mujer en la Argentina de los años ’70.

María Elena Walsh era una artista integral pero podemos decir que su base más fuerte fue la escritura. Literata innovadora, que componía poemas y canciones destinados a un público infantil, supo llevar conciencia a través de sus letras que se reflejan en los temas ‘El Mundo del Revés’, ‘Como la Cigarra’, ‘Serenata para la Tierra de Uno’ y ‘Canción de Cuna para un Gobernante’, entre otras.

No sólo Walsh era una amenaza desde sus letras sino que además rompía con los estereotipos de la mujer conservadora [ama de casa, esposa y madre] que el Gobierno de Facto perseguía; no sólo nunca se esforzó por ocultar su sexualidad sino que la vivió de la forma más plena que pudo, de acuerdo a lo que el contexto le permitía por ese entonces. La periodista y reportera gráfica Sara Facio, quien también tenía una ocupación muy vinculada al género masculino, fue su pareja desde 1978 hasta 2011, año en que la escritora falleció.

La televisión, el cine y el teatro también han sufrido censuras. Una de las actrices que ha sido prohibida junto a otras que pertenecían al llamado Clan Stivel fue Norma Aleandro quien protagonizó, a finales de los ’60 principios de ’70, el programa ‘Cosa Juzgada’ donde el eje era representar casos judiciales verídicos. La actriz no llegó a ver la asunción de Videla como presidente de facto dado que en 1975, la Alianza Anticomunista Argentina, que ya comenzaba a perseguir, detener y torturar personas dentro de lo que todavía era un periodo democrático, la amenazó reiteradas veces obligándola al exilio hasta el año 1981.

En 1984, ya asentada en nuestro país, protagonizó la primera película argentina que ganó el Oscar al mejor film extranjero: ‘La Historia Oficial’. En toda su carrera fue clara la postura política de Aleandro y a pesar de no militar activamente en ninguna franja política, lo ha hecho desde la actuación.

Dentro de la música autóctona, Mercedes Sosa no sólo ha sido una de las mejores intérpretes de la escena nacional sino que ha sido una artista comprometida con causas sociales. Afiliada al Partido Comunista, la cantante tucumana había levantado su bandera ideológica en conciertos durante la dictadura franquista en España, donde no permitieron la publicidad de los mismos, y en la decisión pública de no tocar más en Chile durante el Gobierno de Facto de Pinochet. Aquí en Argentina interpretó temas en honor a Alfonsina Storni y Juana Azurduy, entre otras canciones de protesta, lo que le costó detenciones en 1978 arriba del mismo escenario en la ciudad de La Plata. Posteriormente, se vio obligada al exilio, primero en Francia y luego en España donde, contado por su hijo, muchas veces contempló la idea del suicidio. Volvió a la Argentina en 1982.

La participación activa y masiva de las mujeres en la política es bastante reciente; en muchos casos hemos sido cuestionadas sólo por nuestro género y por romper estructuras patriarcales y, en otros casos, por sentar precedentes e irrumpir el escenario estático de lo establecido tanto en lo profesional, como en lo laboral y social.

A pesar del tiempo transcurrido y las muestras fehacientes de que la capacidad no es sólo una cuestión masculina aún tenemos que seguir demostrando que nosotras también podemos. Esperemos que no nos lleve un siglo más.


Periodista: Laura Impellizzeri.

TW / IG: @LauImpellizzeri

29 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo

1 comentario


Julia Isabel Prado
Julia Isabel Prado
03 abr 2021

EXCELENTE NOTA.

Me gusta
bottom of page