Hace dos años, Estados Unidos e Inglaterra se fusionaron en una ficción cinematográfica basada en hechos reales y dicho film se estrenó ayer en nuestro país: por un lado, el británico Stephen Merchan cumplió el rol de director y, por el otro, el luchador profesional y actor Dwayne ‘The Rock’ Johnson la produjo. De esa unión, post documental dirigido en 2012 por Max Fisher, nació ‘Fighting with My Family’ [Luchando con Mi Familia] película que cuenta cómo una joven de 18 años pasó de ser una peleadora amateur a campeona del World Wrestling Entertainment [WWE], el espectáculo de lucha libre más importante del mundo con sede en Norteamérica.
Saraya ‘Paige’ Bevis [Florence Pugh] vive con su familia en Norwich, Inglaterra. Todos practican lucha libre en el club barrial que lleva adelante su padre, Patrick ‘Rowdy Ricky Knight’ [Nick Frost] junto a su madre Julia ‘Sweet Saraya’ [Lena Headey]; su hermano Zak ‘Zodiac’ [Jack Lowden] es el entrenador de un grupo de chicos marginados a los que, además de preparar físicamente para que aprendan a luchar, los ayuda a vivir de una forma más digna y con una perspectiva de futuro superadora.
Paige y Zak se presentan en el casting del WWE para ser parte del gran show de lucha libre en Estados Unidos con la [mala] suerte de que Paige queda seleccionada pero Zak, no. A partir de ese momento, y más allá de las distancias lógicas que los separan, la relación de ambos hermanos se tensa al punto tal de un rencor muy marcado por parte de Zak hacia la joven.
Mientras Paige pelea, no sólo arriba del ring sino debajo de él con su entrenador [Vince Vaughn], su hermano transita los días con mucha frustración, ya que no lo alegra ni su reciente paternidad ni su tan preciado trabajo en el club.
En el desarrollo de la película el espectador vivirá situaciones emotivas, sin embargo serán más los momentos de carcajadas plenas, muchos vinculados con los cameos de ‘The Rock’ que no pudo dejar de lado el vicio de la actuación [y que, al menos en este film, lo lleva muy bien].
Si uno va con ganas de sentarse a ver una típica comedia pochoclera y sin mucho contenido, no será el caso. Esta historia, bastante fiel a la real, ofrece lágrimas de carcajadas y emoción y la enseñanza, tal vez necesaria en los tiempos que corren, de que todo aquello que se desee con amor, a pesar de las adversidades y luchando, se logra.
Periodista: Laura Impellizzeri
Tw/Ig: @LauImpellizzeri
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